REPASAR EL PASADO
REPASAR EL PASADO
“No temas, pues yo
estoy contigo, no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios, yo te doy
fuerzas, yo soy tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te sostendré.” Isaías
41:10
Revisando lo que se
hizo y lo que se dejó de hacer se generan grandes interrogantes,
cuestionamientos intrusos que llegan sin haberles otorgado el permiso, lo mejor
es la retirada, seguir adelante, pero con frecuencia esos sucesos persisten,
siguen allí tocando a la puerta como el amigo de la infancia que te busca para
hablar después de muchos años.
Rencontrarse es
doloroso y maravilloso al mismo tiempo, todo se confunde en un encuentro en una
búsqueda de unidad, porque es ahí donde se descubre que se ha vivido dividido,
disperso, en esos momentos descubres que has oprimido áreas de tu vida que
siguen definiéndote, que quieren emerger, salir para darte vida.
Las letras pueden ser
una manera de imprimir, de mirar con objetividad ese cúmulo de pensamientos que
torpemente llegan uno tras otro, escribir es un ejercicio que siempre es útil,
es una manera de monitorear el estado interno, escribir permite hacer
seguimiento a nuestras emociones.
Buscar unidad del Yo es
importante, tratar de ser coherente entre lo que se piensa, se siente y se
hace, pero sobretodo perdonarse y permitirse ser sin importar lo que uno sea,
recuerdo a un joven que odiaba a su padre un artesano de joyas, este joven
odiaba a su padre porque había sido irresponsable con él y con sus hermanos,
pero al identifica que él tenía cualidades artísticas heredades de su papá las
rechazaba, reprimía y asociaba con irresponsabilidad, si este joven lograra
reconciliarse con esa parte de él mismo lograría unificar su interior y
probablemente el arte le permitiría sentirse bien, enfocar su potencial.

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