EL GOLPE QUE NO SE VE VENIR ES EL QUE HACE MÁS DAÑO
EL GOLPE QUE NO SE VE VENIR ES EL QUE HACE MÁS DAÑO
"Es mejor perecer en
el berrido del infinito que estar ignominiosamente sometido al sotavento aunque
este nos proteja." (Herman Melville - Moby Dick)
Todos enfrentamos dificultades de todo tipo, el
tema es no parar de luchar, persistir, esto es algo fácil de decir y difícil de
hacer.
El trabajo mental es el más duro, esto implica creer
en uno mismo, estar dispuesto a aprender cosas nuevas, superar el miedo al
fracaso. Cuando existen muchos problemas es difícil conciliar el sueño, entonces
ocurre que peleamos contra nuestros miedos, luchamos contra nuestros fracasos y
vicios.
Lo anterior, es decir, el asunto de rallar el techo,
me recuera este fragmento de Norman Mailer de su obra Los Hombres Duros No
Bailan: “-Sé bailar, dije. -Ya me acuerdo, ¿Frank Costello, verdad? -Eso. Ahora
comienzo a dudar de que sepa el verdadero significado de sus palabras “Los Hombres
duros no Bailan”. Hace seis meses que me dijeron que debía dejar de beber o, de
lo contrario, era hombre muerto. Dejé de beber. Ahora, cuando me acuesto para
dormir, los espíritus salen de las maderas y forman un círculo alrededor de mi
cama. Luego, me hacen bailar durante toda la noche. Y yo les digo: “Los Hombres
Duros no Bailan”; y ellos me contestan: baila hipócrita, baila, sigue
bailando”…
Lo cierto, es que es mejor como lo afirma la
frase de Moby Dick con la que di inició a este artículo, salir y dar la
pelea aunque se muera en ese intento que permanecer en un lugar seguro, cómodo
y calientito pero sometido.
El control emocional es clave, por eso el tema
de los hombres duros no bailan, no se trata de moverse y actuar basándose en
impulsos irracionales, se trata de pensar para actuar inteligentemente.
Así poco a poco se irá soltando el pasado para
agarrar lo nuevo, abrirse al infinito, libres de bailecitos pero atentos porque
el golpe que no se ve venir es el que hace más daño.
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