PEDIR PERDÓN
PEDIR PERDÓN
“El
que siembra para el Espíritu, cosechará para el Espíritu la vida eterna.”
Gálatas 6: 8
Pedir
perdón es una tarea difícil porque hay que romper con el orgullo, hay que
romper con los prejuicios y con el temor al qué dirán.
La persona que está
dispuesta a pedir perdón tiene que hacerlo desde un sincero arrepentimiento,
muchas veces sin el deseo de que le devuelvan la amistad o la confianza
precedentes a la situación que generó el inconveniente.
Pedir perdón no es ni
debe ser un acto de manipulación, conozco muchas personas que maltratan,
agreden, persiguen a sus familiares y seres queridos y creen que con pedir
perdón todo tiene que volver a ser como antes sin ellos estar dispuestos a
cambiar nada, sin cambiar los comportamientos ofensivos y destructivos.
Cuando se solicita
perdón es importante hacerlo con una actitud agradable, con una actitud
tranquila, serena, con una sonrisa, es importante reiterar que no se solicita
perdón esperando el resultado deseado, se solicita perdón independientemente de
si se es o no perdonado, el pedir perdón te libera y de eso se trata el
ejercicio.
Si las otras personas
no desean devolverte la confianza están en todo su derecho pero tu quedarás con
la tranquilidad de haber tenido la valentía de enfrentar tus errores y de pedir
perdón, por otra parte si las otras personas no solamente no te devuelven la
confianza sino que deciden mantener una actitud de rencor contra tu persona es
un problema de ellos, tu cumple con pedir perdón.
Pedir perdón requiere
de la capacidad de reconocer los errores, de arrepentirse y de tener la
capacidad de hacer algo por enmendar esa equivocación, antes de pedir perdón
puedes formularte la siguiente pregunta ¿A quién debo perdonar?
Tanto para pedir perdón como para perdonar es pertinente
acudir a las fuerzas de Dios, fuerza que llega en la oración.

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