MENDICIDAD EMOCIONAL
MENDICIDAD EMOCIONAL
“Yo perdonaré sus
maldades y no volveré a acordarme de sus pecados.” Hebreos 8:12
Es triste ver a tantas
personas que viven en una mendicidad emocional y han hecho de esa actitud una
forma de vida, personas que entran en depresión por el desamor de alguien o
porque no los llamaron el día de su cumpleaños o porque alguna persona no les
dio el saludo al cruzarse por la calles con ellas.
La mendicidad emocional
parte de creer que necesitas de la aprobación de otras personas para ser feliz,
esa actitud es generada por el hecho de creer que valor radica en la percepción
que puedan tener algunas personas de ti.
Hoy quiero decirte que
eso es falso, tu sigues valiendo lo mismo sin importar lo que piensen los demás
de ti, he encontrado que muchos manipuladores profesionales acuden a esa
estrategia para obtener lo que desean de las personas, pueden acudir a
expresiones como las siguientes: “Si eres bueno harás lo que yo diga” “Se
humilde, déjate educar y vive como yo lo deseo” “No seas malo, no me hagas
sufrir y cumple mis deseos”. Esos manipuladores profesionales que pueden ser tu
mamá o tu pareja afectiva se aprovechan de tu mendicidad de amor, de tu
creencia irracional en la que has llegado a convencerte que no eres valioso sin
la aprobación del otro.
Al mendicidad emocional
parte de no identificar la riqueza incalculable que habita en ti, me refiero a
tus herramientas personales pero sobre todo me refiero nada más y nada menos
que a la presencia de Dios y a todas las posibilidades de trascendencia que
posees.
Mendigar es un
comportamiento propio de las personas incapaces de identificar que existen
otras maneras de vivir, otras alternativas, el temor al cambio a lo desconocido te puede llevar a seguir
viviendo en una dependencia emocional que te destruye, si logras aprender a ser
un individuo autónomo, podrás avanzar en tu desarrollo personal, es
la única manera.
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