HAY QUE MORIR PARA VIVIR

HAY QUE MORIR PARA VIVIR





“Por esa misma razón, el que está en Cristo es una  criatura nueva. Para él lo antiguo a pasado; un mundo nuevo ha llegado.” 2 Corintios 5:17
Algo que no hemos entendido es que la única de manera de cambiar nuestros defectos es cambiando toda la vida, es decir, morir a nosotros mismo, muchas personas consideran que esto significa dejar de ser ellos mimos pero yo estoy seguro que se trata de todo lo contrario de empezar a ser auténticos, hombres y mujeres sin mascaras que dejan de jugar los juegos que les permiten obtener lo que creen que necesitan para ser felices.
Muchas personas identifican las situaciones, las conductas y pensamientos a los que deben morir para ser felices, para alcanzar sus metas y sus sueños, pero lo que observo con frecuencia es que por alguna razón no ejecutan los cambios pertinentes para morir a eses defectos de carácter.
La alegría, la paz, la tranquilidad dependen de la capacidad para desprenderse, de la capacidad de morir al hombre viejo, es decir de adaptarse a los cambios, conozco muchas personas que afirman: “el que me quiera como soy bien el que no que se aleje” o que dicen: “yo ya no cambio, ya muero así” estoy en desacuerdo con esa actitud existencial considero que es una manera arrogante de permitirse quedar estancado, viviendo igual, por eso vemos adultos mayores que se comportan como jovencitos.
Aprender a morir es importante, la realdad nos muestra a cada instante que nada es para siempre pero es frecuente ver personas que viven en fantasías de eternidad, de salud y juventud eternas, estas personas descuidan su proyecto de vida, se olvidan de las prioridades y se dedican a permitir que las cosas pasen asumiendo actitudes pasivas.
¿A qué debo morir? Esa es la pregunta crucial en esta reflexión, hay que hacer un examen, si se quiere un listado de todos los defectos a los que estas dispuesto a morir y entender que no se tata de cambiar solo el pedacito que te incomoda de tu vida sino de cambiar toda tu vida para poder cambiar ese defecto, esa situación que te genera malestar.
Conozco personas que desean cambiar la manera de relacionarse con su pareja afectiva, otras que desean abandonar alguna dicción pero que no están dispuestas a asistir a una terapia psicológica o a acercarse a alguna actividad espiritual o a realizar una buena lectura, a pesar de las lagrimas y los gritos de estas personas no les creo nada, ese tipo de personas no cambiaran hasta que estén dispuestas a morir a lo que no sirve, a lo que estorba, solo puede existir cambio, renacer, vida, si se está dispuesto  a morir.

He conocido muchas personas que amenazan con suicidarse si su pareja los abandona, afirman estar dispuestas a hacer lo que sea necesario apara salvar la relación de pareja,  pero si la pareja los invita a un retiro espiritual, a una terapia de pareja o a realizar algún ejercicio de superación en pareja se niegan a hacerlo, es contradictorio, son personas que lo único que desean es manipular en una deseo de seguir alimentando su ego a partir del sometimiento del otro.

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