TENER NO TE HACE SER
TENER NO TE HACE SER
La
sociedad de consumo nos ha vendido la idea de que tener es igual a felicidad,
hemos aprendido que acaparar posesiones de cualquier tipo es sinónimo de
felicidad.
Muchas
personas se sienten frustradas porque sus vidas no concuerdan con el ideal que
imponen los medios masivos de comunicación, la autoestima se ve comprometida en
el proceso de acaparar objetos.
Un
dicho popular afirma “cuanto tienes, cuanto vales” y lo peor es que empezamos a
juzgar al otro por sus posesiones, no reconocemos a las personas por su nombre
pero sí lo hacemos por el automóvil que conduce.
El
tener se convierte en una idea fija que da vueltas en nuestro ejercicio de
pensar, cuando no tenemos nos sentimos menos dignos de amor y de confianza, alabamos a los hombres y
mujeres que aparecen en las portadas de las revistas que anuncian las posiciones
de los mar ricos del mundo.
Le
pedimos a Dios el pan de cada día pero con mantequilla, huevos revueltos y
chocolate, que bueno sería dejar de preocuparnos por acaparar y empezar a
comprender que la humanidad es una gran familia que necesita solidaridad.
No
se trata de que tener cosas sea un pecado, estoy hablando del equiparar, del
empezar a vivir para obtener cosas, el sentido de la vida no puede ser ese, vivir
es más que eso.
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