RENCOROSOS
RENCOROSOS
Pintura llamada Judith
decapitando a Holofernes elaborada por la artista Artemisia Lomi Gentileschi. En esta obra
la pintora se proyecta poniéndole su rostro a una mujer que decapita fríamente
a Holofernes. La violencia tan desalmada refleja la ira, el rencor, y el dolor
que sufrió por su violación.
Hay muchas cosas que decir sobre
el rencor, la primera que quiero señalar es que la persona que vive en el
rencor maneja un pensamiento rumiativo esto consiste en volver reiterativamente
sobre una misma idea referente a un suceso ante el cual esta persona se siente
ofendida, estos pensamientos son poco lógicos, llegan como oleadas, como aves
de rapiña a hacer sus nidos en la mente,
el evento doloroso ocurre una sola vez pero la persona lo mantiene vivo repitiéndoselo
todos los días con detalles y todo.
El siguiente aspecto que deseo
resaltar es otro fenómeno que experimentan la persona que vive en el rencor llamado
filtrar
la información, es decir la persona anda buscando pretextos para
sentirse ofendida, en sus conversaciones andan recortando el discurso del otro,
lo sacan de contexto y lo ajustan con sus esquemas de pensamiento para afirmar
que los están ofendiendo.
Lógico que esto genera una serie
de situaciones desagradables en las relaciones interpersonales de las personas
que viven en el rencor y esto lleva a otra situación típica en estos casos y es
lo que se ha llamado la profecía auto cumplida, esto
consiste en que la persona supone que sus interlocutores y personas con las que
convive en los diferentes escenarios de su vida le quieren hacer daño, entonces
la persona se muestra agresiva, a la defensiva, suspicaz, hace comentarios
ofensivos y genera eso que tanto decía temer y rechazar en las otras personas
llegando a decir: “Yo tenía la razón, esa gente me tiene bronca”
Cuando hablo de vivir en el rencor
no me refiero a un barrio llamado así, me refiero a un estado de ánimo en el que
la depresión, la ira, los deseos de venganza y muchas otras emociones
destructivas confluyen, es obvio que vivir así no es sano ni para la mente, ni
para el cuerpo, ni para la comunidad, hay que superar y continuar.
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