USTED NO ME HACE FELIZ
USTED NO ME HACE FELIZ

“Usted no me
hace feliz” es una expresión frecuente, se escucha en relaciones de pareja, en
la relaciones familiares, en las relaciones de trabajo, de amistad y cuando uno
la escucha no deja de generar incomodidad, yo trato de identificar
razonablemente este enunciado y me cuesta asimilar esta afirmación, me parece en
realidad que somos irracionales al decirlo. He llegado a la conclusión
de que uno llega a expresarse asi del otro porque en parte ha llegado a
considerar que las personas que le rodean tienen como una obligación
existencial con uno, como si el deber de los conocidos y seres queridos fuera girar
a nuestro alrededor dándonos todo, toda su atención y todos sus recursos
personales.Decía Fritz :"Yo hago lo mio y tú
haces lo tuyo.No estoy en este
mundo para llenar tus expectativas.Y tú no estás en este
mundo para llenar las mías.Yo soy yo, y tú eres
tú;Y si por casualidad
logramos encontrarmos, es hermoso.Si no, no hay remedio"
Me parece que la cosa
va por ese lado, pero cada día seguimos encontrándonos con personas que afirman
o expresan “fulano(a) no me hace feliz” o “ellos no me hacen feliz”. Por
experiencia y formación podemos decir que cuando creemos que los demás son los
generadores de nuestra felicidad, nos olvidamos por completo de la
responsabilidad que tenemos sobre nuestra propia vida que no asumimos y
culpamos a los demás de nuestro malestar emocional.Es lógico y hasta
natural ya que culpar al otro es la manera más fácil de eludir la
responsabilidad y la ansiedad que genera el tener que enfrentar los problemas. Esta
plasmado en la historia de la humanidad, lo podemos ver en el relato de Adan y Eva, cada uno le echó la culpa a otro: Él dijo fue ella, y ella dijo fue la serpiente.¿Qué debemos aprender? ¿Qué es lo más indicado? Iniciar un proceso para identificar los patrones de
comportamiento y las estructuras de pensamiento que no son funcionales. Las relaciones
humanas son parte de la vida y esto es importante trabajar en mejorarlas; es
triste encontrarse con personas que no han podido encontrar el camino para establecer
relaciones funcionales que les ayuden a ser felices y a vivir en armonía el
proceso de crecimiento emocional de cada ser humano quedándose en un estado de
inmadurez, siempre argumentando y justificando su dolor y sus actitudes, sus
comportamientos agresivos en una situación o situaciones que ya no están en el
presente, que ya pasaron, o por una persona que ya no está.Yo he tenido
oportunidad de conocer y tratar a muchas personas que incluso realizan
actividades ilegales donde dañan a toda una sociedad y afirman que lo hacen
porque en su infancia sufrieron algún tipo de violencia de parte de algún
familiar o de un adulto cualquiera.
He conocido personas
que generan relaciones de violencia en los círculos sociales donde se mueven y
afirman que lo hacen porque en el pasado sufrieron una ruptura inadecuada de pareja
o de amistad: Lo que sucede es que uno busca excusas y distraen la atención para
afrontar nuestra propia realidad de vida y la verdad de algunos temas en los
que debemos trabajar. Después de los 14
años edad una persona empieza a tener la capacidad de elegir y de responsabilizarse
de su vida. Afirmaciones como “Usted no me hace feliz” uno obviamente las
escucho con mayor frecuencia de personas adultas, como decimos de ´personas
hechas y derechas’ (hechas y derechas?, eso es lo que hay que revisar y
corregir)Lo que quiero trasmitirle
a Usted mi querido amigo o amiga, es que si usted ya es un adulto, una persona ´hecha
y derecha’ y considera que la fuente de su infelicidad proviene de una persona
o de un grupo de personas. Pues a trabajar! A tomar decisiones, aléjese tome prudente
distancia.Pero si se da cuenta
que esa no es la solución y que la felicidad no le llega bajada del cielo tomando
la decisión de tomar distancia, lo más oportuno y pertinente es empezar a
analizar otros aspectos de su ser.Es muy doloroso conocer
personas que viven en disputa con el mundo, con sus jefes, con sus compañeros
de trabajo, con sus parejas sentimentales y amistades, argumentando que los
demás son los generadores de su depresión o su agresividad o de su ansiedad,
rompen relaciones, pelean, pero siguen siendo infelices. Hay que ir más allá.
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