LA ROSA COSTOSA
Cuando trabajaba de mensajero tenía que viajar por diferentes zonas de la ciudad de Bogotá y en ese ejercicio conocí muchos escenarios, uno de esos lugares me impactó, era un lugar en el que vendían rosas tipo exportación, en ese lugar se veían unas rosas muy hermosas, grandes, de colores exóticos, esas rosas irradiaban vida y un aroma delicioso.
Considero que eso suele ocurrir con las relaciones de pareja, existen muchas personas atractivas, pero es probable que el precio que hay que pagar por estar con ellas sea demasiado alto, un precio que desequilibraría tu vida.
Lo cierto es que las rosas en cuestión eran supremamente costosas, de haber comprado alguna me hubiera quedado sin dinero para pagar la universidad y en ese momento de mi vida la universidad era lo más importante.
Ahora podría adquirir algunas de esas rosas pero la verdad mi prioridad ahora son mi esposa y mis hijos así que a veces al pasar por ese lugar solamente las observo y con eso me conformo, en última instancia creo que no sabría cuidar de una de esas rosas, de alguna manera sería un estorbo para mi rutina diaria.
Creo que muchas situaciones que nos presenta la vida son similares a esas rosas costosas, pueden ser situaciones hermosas pero piden pagar un precio demasiado alto, un precio que llevaría a desequilibrar la vida.
La reflexión es sencilla y hace referencia a la viabilidad de algunos comportamientos, al ejercicio de dar prioridad a las personas, cosas y situaciones que componen tu vida, no se puede tener todo, comprender eso forma parte de madurar, de crecer.
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