TERAPIA DE PAREJA
TERAPIA DE PAREJA
La terapia de pareja depende de la capacidad de conciencia que tengan las personas para dejar de culpar al otro por todo lo que ocurre o deja de ocurrir, a partir de ese ejercicio de reflexión ambas partes asumen su responsabilidad en el asunto y eso es lo que lleva a un cambio real.
Existe un fenómeno que realmente me exaspera y es tener que contemplar la actitud de victima que asumen algunas personas que en medio del llanto incontenible no paran de enumerar los argumentos que según ellos comprueban que su pareja es una persona malvada pero que no toman ninguna decisión al respecto.
De alguna manera las personas que asumen la actitud de victimas quieren aprovechar lo bueno de la relación omitiendo lo que para ellas es malo, es decir, desean la estabilidad económica que les ofrece su pareja, los favores ocasionales, la apariencia social, pero no desean que su pareja opine sobre temas importantes, mucho menos que tomen decisiones o que emprendan empresas que puedan de alguna manera dañar la calidad de vida que les está ofreciendo y por eso no se atreven a romper con la relación con la persona que supuestamente es malvada.
Es valioso cuando las parejas se percatan de que no se están relacionando desde una postura de adultos, cuando logran identificar que asumen roles de niños o de figuras parentales introyectadas, es decir cuando asumen la misma reacción emocional frente a los hechos que asumían las personas que cuidaron de ellas en su infancia o cuando asumen comportamientos de niños.
Al introyectar las figuras parentales el individuo tiende a ser rígido e inflexible con él mismo y con el otro, es lo que yo llamo “imponer el régimen militar” cuando se asume el rol del niño es una persona que demanda, exige sin dar nada a cambio, hace pataletas y berrinches.
En las terapias de pareja es evidente que la comunicación se ha deteriorado a tal punto que todo lo que se haga o lo que se diga no pasa de ser una comprobación de los prejuicios que ya se ha creado sobre la pareja, es triste contemplar cómo hacen monólogos pero no se comunican realmente.
Las parejas evaden su relación usando a los hijos, evaden la situación de deslealtad, de problemas con el alcohol, de la insatisfacción sexual. Las parejas evaden su relación escapando en sus familias de origen, es vergonzoso ver a hombres y mujeres de avanzada edad que todavía se esconden detrás de las figuras paternas para enfrentar los problemas, personas que al separarse no logran enfrentarse a la vida sin papá y mamá.
Cuando las parejas logran expresar sentimientos desaparece lo que yo llamo “el fenómeno de la olla a presión” el principio de este fenómeno consiste en que cuando no se expresa se explota, la gente explota porque no logra comunicarse con su pareja y la explosión puede manifestarse en violencia física, verbal, sexual, psicológica, económica y con la deslealtad, entre otras expresiones.
Nadie inicia una relación de pareja con el objetivo de sufrir y de hacer sufrir a su pareja, al comprender ese principio es más fácil comprender al otro, hago claridad en que comprender y perdonar no necesariamente significa continuar en la relación.
El ego es un escudo protector para las debilidades, un artificio que con el tiempo incomoda y causa más daño que las amenazas que pretendía evitar, como se dice “la cura es peor que la enfermedad” cuando las parejas logran liberarse del ego todo empieza a mejorar.
Los principios para trabajar en terapia de pareja son la receptividad, la buena voluntad de hacer las cosas y la comunicación, eso y la psicoeducación es lo que me ha dado resultados exitosos en las terapias de pareja.
NOTA: Puedes encontrar más herramientas en el libro LA PAREJA IDEAL de Librerías Minuto de Dios.
ontactos con ivancardona: 3016352251-3167003531
Una canción para mi esposa ¡AQUÍ!
Comentarios
El amor necesita ser alimentado a cada instante, amar libremente y tener mucha paciencia para tolerar, perdonar y comprender.
Es más fácil destruir que construir, por eso la tarea de los seres humanos es construir.... vínculos de amor entre todos.
Rosabel